Voy a tratar de escribir una crónica día por día, tengo alguna lagunas y puede ser que me confunda algunos días y destinos, pero bueno, para el fin de la crónica es lo mismo
Las motos: Mi 650 twin, una 650 mono y dos Adventure.
Las provincias: Santa Fe, Córdoba, San Juan, San Luis, Mendoza y La Rioja.
Día 1:
Me levanto a las 5am para prepararme para el viaje, el punto de encuentro era Don Torcuato, a 1 hora de donde vivo. Salida a las 7am. Ese mismo día debíamos llegar a la Cumbrecita en Córdoba, iba a ser un viaje largo de 760km corridos. Salimos desde la casa de uno de los compañeros y a los pocos kilómetros de ruta nos agarra la lluvia, gran problema, uno solo de los compañeros llevó equipo de lluvia. El resto a aguantarlo y ver hasta dónde es impermeable realmente el equipo de moto.
Pasamos por un pueblo con canaletas donde el agua llegaba hasta las piernas. Pasamos sin problemas con las motos pero las olas que levantabamos pasaban por arriba de la cúpula, resultado: empapados completamente, el agua entró hasta en las botas.
Las motos y los neumáticos de serie (Bridgestone Battlewing) se comportaron a la perfección, ningún susto en la ruta. Luego de unas cuantas horas nos acercábamos a la Cumbrecita, eso significaba tomar la decisión: ripio o tierra. Dadas las condiciones del clima, decidimos agarrar ripio ya que ninguno llevaba tacos para enfrentar barro.
Ingresamos al camino de ripio, con paisajes muy lindos pero a veces el ripio se transformaba en barro y ahí vinieron los primeros sustos. En una subida con barro mi 650 twin me jugó una mala pasada, se me fué para un lado, luego para el otro pero pude controlarla (de ahora en adelante agradezco llegar al piso con los pies y no con las puntas).
El problema venía cuando tenía que sacar la moto, la primera muy larga, me sacudía la moto de un lado para el otro, la 2da con el embrague tan largo me apagaba el motor y no podía sacar la moto. Luego de un rato jugando con embrague en 1ra pude sacar la moto de esa subida con barro a duras penas.
Luego de este camino vino el asfalto y unas curvas espectaculares que tomamos con cuidado debido a la lluvia y polvillo acumulado.
Llegamos al hotel que nos recibió con sol, baño, a poner a secar el equipo y a disfrutar la noche estrellada.
Día 2:
Lo pasamos en la Cumbrecita para descansar un poco, sólo usamos las motos a la tarde para recorrer esas curvas del día 1 y caminos de tierra y ripio sin miedos por el clima.
Día 3:
Partimos hacia la Rioja, destino Chilecito. Una ruta sin curvas, muy larga y con mucho pero mucho calor. Empezamos a meternos en el desierto de Argentina y se sentía fuerte. Nos damos cuenta de que la nafta de la 650 mono no iba a alcanzar, por lo que las Adventure con su tanque enorme se adelantaron para buscar una estación de servicio y bebidas. Decidimos ir a un ritmo de 80km/h para no quedarnos en medio del desierto. Mi computadora cada vez marcaba más autonomía por lo que ya estaba tranquilo, la mono no prendía la luz de reserva, pero por las dudas paramos en una casa al costado de la ruta a pedirle a un pueblerino que nos preste una manguera para pasar combustible. Tengo que comentar que me asombró la calidez y bondad de la gente del interior del país, siempre dispuesta a ayudar.
Seguimos a ritmo lento, al borde del aburrimiento. Explotamos de alegría cuando vimos llegar a las Adventure.. CON BEBIDAS ya que la nafta pasó a un segundo plano.
Seguimos viaje, llegamos a Chilecito, cargamos combustible y buscamos alojamiento. La Mono empezó a calentar, no prendía el electro y se había chupado todo el refrigerante.
Día 4:
Nos despertamos temprano y salimos con destino a San Juan, la idea era pasar por el Valle de la Luna. Sabíamos que iba a ser otro día duro de muchas horas en la moto y demasiado calor.
La ruta era un infierno, la tierra de nadie, poca vegetación, tierra muy colorada. Un sufrimiento y satisfacción al mismo tiempo. Un gran tramo fué de ripio muy difícil y flojo donde la moto a veces se iba dando algunos sustitos. De nuevo problemas de combustible en la mono, pero esta vez habíamos ido preparados con un bidón el cual se reventó a mitad del camino y tuvimos que cargar el combustible en las motos antes de que se perdiera.
Apareció el hambre y la sed y estábamos en medio de la nada pero luego de unos cuantos kilómetros justamente de la nada aparece una casita con la palabra "COMIDAS" pintada en la fachada. Sin dudarlo paramos a comer la picada más fea que he comido en mi vida pero la Coca Cola más rica y fresca del mundo. De nuevo el sufrimiento se transforma en satisfacción, es una sensación rara este tipo de viajes.
Llegamos al Valle de la Luna, tierras blancas en medio del desierto colorado. Hacemos la excursión en nuestras motos pero nos enteramos de que la vuelta entera dura 3 horas y no queríamos que nos agarre la noche. Le pedimos permiso al guía para dejarnos ir por nuestra cuenta, total el GPS tenía la ruta entera y no íbamos a perdernos. Creo que habremos hecho la vuelta record de tiempo en el Valle de la Luna. Destaco que todo el camino es de ripio.
Llegamos al alojamiento, a descansar y prepararse para otro día de muchos km.
Día 5:
Partimos hacia Mendoza, debíamos pasar por un camino de montaña llamado "La cuesta de Miranda". Un camino peligroso pero de un gran atractivo natural. Mucho ripio y curvas cerradas. Los cactos y la tierra colorada eran un placer para la vista. A uno de los compañeros se le cruzó un zorro y se pegó un gran susto. Los animales fueron una amenaza constante en el viaje.
Se nos hizo de noche y los últimos kilómetros debimos hacerlos en una ruta con badenes muy profundos que servían de entrada al viento lateral que era muy fuerte. Fue un tramo muy duro con muchos animales cruzandose.
A esta altura el cansancio era evidente, el dolor en el cu.. se hacía notar y las marcas de las costuras de la twin en las nalgas empezaban a ser dolorosas...
Día 6:
Ya en Mendoza decidimos ir a ver al conce de BMW Motorrad porque la temperatura de la mono se empezaba a hacer un problema. A todo esto una de las Adventure tenía una pinchadura en el neumático de atrás y se debía inflar a cada rato, no queríamos arreglarla en cualquier lugar para que no marquen la llanta.
Llegamos al conce y nos dicen que los talleres están de paro, increíble pero verdad. Nos vamos sin solucionar ningún problema y marcamos rumbo al Puente del Inca.
En el camino hicimos una parada para hacer Rafting en el río Mendoza, fue muy divertido y lo disfrutamos como si fueramos niños.
Creo que el camino al Puente del Inca fué uno de los más impresionantes y divertidos del viaje. Caminos de montaña con muchas curvas, los casi 40 grados de temperatura que veníamos teniendo ahora se transformaron en 5. El frío se sentía a medida que subíamos en altura por la Cordillera de los Andes. Nos cruzamos con muchos moteros que debían estar disfrutando tanto como nosotros de esos caminos.
Paramos al costado del camino para estirar las piernas y divertirnos un poco con la nieve que había acumulada.
Seguimos camino y como era costumbre se nos hizo la noche... Era tarde para volver y debimos parar en un hotel de Puente del Inca, sin comentarios al respecto
Día 7:
Destino a San Rafael, salimos del Puente del Inca y de nuevo a disfrutar esas curvas maravillosas y ese paisaje de altura. Luego de las curvas no hay mucho para contar, fue un viaje tranquilo y no tan largo como el resto de los días. San Rafael es una ciudad muy linda, salimos a comer, al casino y volvimos a dormir. Al día siguiente debíamos pasar por el Cañón del Atuel y partir nuevamente para Córdoba haciendo un paso fugaz por San Luis.
Me doy cuenta que mi protector de filtro de aceite de Touratech tiene un soporte roto. Muy raro ya que no golpeé fuerte con nada, tal vez haya sido causado por el calor y las vibraciones o tal vez el ripio. Les enviaré un email para ver si me reponen la pieza.
Día 8:
Nos levantamos, desayunamos y partimos al cañón del Atuel, este día iba a ser y fué el más complicado debido a que teníamos que recorrer 2 provincias en un día. El Cañón del Atuel es una atracción de la naturaleza muy imponente. Para bajar tuvimos que recorrer unas pistas complicadas en bajada, yo por dentro pensaba que lo complicado iba a ser la subida y así fué. Llegó mi primer caída del viaje en un pozo que me venció la rueda delantera, caí, nada grave: manillar torcido, giro delantero derecho roto, cacha derecha rayada. Vamos que eso en un viaje como este es algo normal. A enderezar el manillar y seguir el viaje.
Nuevamente mucho calor, muchos kilómetros y muchas horas. El cul. no me daba mas, las costuras del asiento me habían lastimado, el dolor del coxis no era nada comparado con las lastimaduras de las costuras. Tendría que haber comprado piel de algún animal para poner en el asiento...
Llegamos a la pronvincia de San Luis y decidimos pasar por Merlo donde tal vez pararíamos a dormir si estábamos muy cansados. La ruta fue un ataque constante de bichos, por el calor íbamos en remera y los golpes en los brazos eran muy dolorosos. Nuevamente se hizo de noche y vino el frio, a ponerse las camperas y continuar el viaje. Por alguna razón todos decidieron no parar en Merlo y seguir hasta Córdoba, eso me daba mala espina ya que era muy muy tarde y estaba muy cansado.
Seguimos unos cuantos kilómetros bajo una noche clara donde se podía apreciar la vía láctea completa, nunca vi algo así, una experiencia inolvidable pero por otro lado el cansancio era muy grande y los dolores también.
En un tramo la ruta estaba en reparación y el desvío era de tierra casi arenilla. Lo pasamos sin problemas y al salir del desvio y ver el asfalto me alegro pero inesperadamente llegó lo que más temía, el primer accidente del viaje y me tocaba a mí. El asfalto tenía arenilla que no ví y la acelerada de la moto me desestabilizó para un lado, luego para el otro y antes de poder acomodar la moto comí el asfalto. Caída del lado izquierdo, rodar dos vueltas y pararme instantáneamente. Resultado de la moto: Manillar doblado (esta vez irreversible), escape golpeado y asombrosamente nada más. Resultado de mi cuerpo: en ese momento sólo una molestia en el tobillo (Gracias Dios). Luego de recuperarme del shock y agradecer a la gente que me ayudó a levantar la moto, veo si la moto sigue funcionando bien. La arranco, luz de aceite se enciende, digo "que raro, no hay aceite en el piso", paro y arranco de nuevo y todo OK. Luz de ABS no se apaga cuando ruedo, me dice un compañero que le preste la moto que el le va a dar unas sacudidas al freno, funcionó, la luz del ABS se apaga y funciona correctamente.
A aguantarse la molestia del tobillo y continuar el viaje, del lado izquierdo mi manillar es de una moto de pista, del derecho está bien, incómodo pero puedo continuar el viaje. Sin pensar en los daños de la moto agradezco no haberme roto nada.
Llegamos al hotel a las 3am, reviso mi tobillo y está hinchado asique le pongo hielo y tomo un desinflamante. Las botas muestran el origen de la lesión, la moto atrapó mi tobillo con el asfalto y lo arrastró hasta que pudo liberarse. La campera muestra que las protecciones funcionaron como debían, antebrazo y hombros raspados en la campera y nada en mi cuerpo.
Los guantes raspados pero nada en mis manos. Hematomas en cadera y piernas donde no tenía protecciones. Voy a mandar unas felicitaciones a TCX por sus botas Matrix con refuerzos en tobillo ya que era una fractura segura. Otra de las felicitaciones van a ir para Touratech por sus protectores de puños, los que decían que al no tener soporte de metal se iban a romper, están muy equivocados, sólo se raspan y salvaron las manetas y mandos del manillar
Me voy a dormir con los ánimos por el piso pero agradeciendo de no tener nada grave y especialmente no haber arruinado el viaje a mis compañeros.
Día 9:
Nos levantamos y en vez de salir temprano usamos un poco las instalaciones del hotel, pileta climatizada y jacuzzi, se agradece después de tanto cansancio. Luego de eso partimos para volver a nuestros hogares. Olvidando los momentos feos y sabiendo que será algo inolvidable en nuestras vidas.
NOTAS:
El upload de las fotos me funciona muy lento, mañana seguiré subiendo.
Puntos importantes para un viaje largo:
- El equipo personal es muy importante y los puede salvar de un disgusto, siempre usar las protecciones correctas.
- Importantísimo bloqueador solar.
- Llevar siempre agua, una sola botellita no alcanza.
- Calcular las rutas si es posible con un GPS para ver si hay estaciones de servicio que cubran la autonomía de nuestras motos (Argentina es un país muy grande y poco habitado en algunas partes).
- Por favor, a nadie se le ocurra hacer un viaje de estas dimensiones con el asiento de serie, se los advertí.
- Protector de puños y carter son importantísimos, las defensas del motor según mi experiencia no tanto.
- Linterna, bloqueador solar, agua y demás cosas que pueden necesitarse seguido deben estar a mano, cosa de no tener que desarmar el equipaje, una mochila con bolsillos es muy práctica.
- A veces se maneja 15 horas en un día, tratar de evitar eso y saber cuando parar, llegar tarde a un lugar es mejor que no llegar.
La moto:
Excelente, en ruta, en ciudad, en OFFROAD. Todos los que digan que la 650 no es offroad, los invito a Argentina y se la presto :)
Nunca un fallo, ni siquiera el famoso manguito y eso que pasé por todas las temperaturas.
Lo único fué que para arrancar en baja temperatura y a altura tuve que acelerar apenas le daba al botón de encendido sino se apagaba, pero eso pasó con las 4 motos.
Bueno, hay muchisimas cosas para contar y esto fué algo rápido, el que quiera puede hacer preguntas y con gusto responderé.
Saludos a todos.
. Enhorabuena y gracias por compartir tu experiencia 
